Charles Darwin tenía 31 años y ya había publicado su diario del viaje alrededor del mundo en el H.M.S. Beagle cuando posó, en 1840, para el retrato a acuarela de George Richmond que vemos reproducido aquí. Para entonces, a juzgar por sus cuadernos de notas, Darwin había ya perfilado las características principales de su teoría de la Evolución a través de la selección natural. Hacía poco que se había casado, vivía en Londres y estaba escribiendo una monografía sobre los arrecifes coralinos, volviendo de vez en cuando a sus apuntes sobre las especies que habian de culminar en 1859 con "El origen de las especies". Al sopesar sus observaciones efectuadas en las Islas Galápagos, Darwin llegó a la conclusión de que la población de cada isla constituía una especie incipiente y, con ello, a la idea de "transmutación" o evolución de las especies. Después vendrían muchos años de observación y experimentación, con amplios conocimientos de geología, zoología y otras materias que adquiriría tras muchas horas de lectura.
(*) Grabado a acuarela. Reproducción del siglo XIX en la publicación científica Nature.
3 comentarios:
Es interesante y además me gusta la presentación que haces del tema, y las fotos.
Acojo con expectación éste comienzo de historia darwiniana, a la vez te invito a mi entrada de 9 de mayo sobre Don Carlos. Allí a su vez, puedes viajar a una página donde estan completos los trabajos de éste metódico y paradojicamente genio simultaneamente (para que digan que ni no hay musas no hay ángel jajaj).
Mi blog es:
www.siroco-encuentrosyamistad.blogspot.com.
Saludos
Gracias por tu comentario Siroco; he podido hace unos días echar un vistazo a tu blog. Voy a verlo con más detenimiento. Me ha parecido un blog muy atractivo e interesante.
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