
Alfred Russel Wallace está considerado hoy día como uno de los padres de la Biogeografía; para él, las glaciaciones y el clima en general contribuyeron de una manera decisiva a la distribución de los organismos. En el transcurso de los años su recuerdo cayó en el olvido porque a Darwin se le ha asignado el crédito absoluto sobre el descubrimiento de la selección natural, algo que es injusto. Algunos de sus contemporáneos le acusaron de infringir una regla ética que todo científico debe observar y que dice que: "un hombre de ciencia no debe exponer de una manera tan evidente sus convicciones personales".
Wallace se alejó de Darwin en lo referente a los mecanismos de la evolución humana: creía que la selección natural no podía explicar por sí sola las facultades humanas superiores. Mientras Darwin evolucionó hacia posiciones agnósticas Wallace, que era creyente, se convirtió en un espiritualista. En 1889 escribió una obra : El Darwinismo; ya antes había dirigido una carta a E.B. Poulton a quién le pidió, antes de publicarla, que releyese las pruebas del capítulo sobre el hombre. Además de la carta a la que hemos hecho referencia al principio, Wallace dirigió otra más a Darwin (en el año 1869) donde es muy claro y le expresa sin dudarlo sus reparos. Distingue entre "evolución moral y evolución corporal", descartando toda interpretación puramente biológica del origen del hombre, aunque él no cuestionaba la idea de la Selección Natural; Darwin, que estaba informado de la obra que iba a publicar, le dirigió una carta en la que le manifestaba su inquietud: "Confío en que no habrá asesinado del todo a nuestro hijo común", le dijo.
( * ) Arriba, a la derecha, fotografía de Alfred Russel Wallace. Publicada en la revista científica Nature.
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