lunes, 25 de noviembre de 2013

La Cueva de Ardales o de Doña Trinidad Grund. Datos para un estudio de su ecosistema ( y III )


En la foto de arriba podemos ver la portada de la guía arqueológica publicada en el año 1997 con motivo del 175 aniversario del descubrimiento de la cueva  (1821-1996), editada por el Museo Municipal del Ayuntamiento de Ardales , siendo los autores de la misma Pedro Cantalejo Duarte, María del Mar Espejo y José Ramos.

Sobre Bioespeleología no son muchas las referencias que podemos encontrar en relación a la Cueva de Ardales; ello tiene su lógica pues esta cavidad ha atraído desde el momento de su descubrimiento la atención casi exclusivamente de arqueólogos y prehistoriadores; es una historia muy similar a la de la Cueva de La Pileta. Por eso no nos debe extrañar que los primeros recolectores, aunque  de manera indirecta, fueran esos mismos prehistoriadores. Ya muy posteriormente entrarían en liza los espeleólogos que con la ayuda de investigadores iniciaron el estudio de la fauna cavernícola de la Cueva de Ardales.

Durante el IV Congreso Nacional de Espeleología celebrado en Marbella (Málaga) en el mes de Octubre de 1976, se presentaron varias ponencias sobre fauna cavernícola recolectada en cavidades de Andalucía y más concretamente en la Cueva de Ardales; en la primera de ellas, presentada por M.C. Vicente del Departamento de Zoología de la Universidad de Barcelona y bajo el título "Diplópodos cavernícolas del sur de España", se hacía referencia a uno recolectado en esta cavidad. En la segunda ponencia, presentada por F. Español y O. Escolá, ambos del Museo de Zoología de Barcelona y bajo el título "Coleópteros cavernícolas del distrito andaluz: curculiónidos, estafilínidos y carábidos, se hace igualmente referencia a un estafilínido recolectado en la cueva de Doña Trinidad Grund. Finalmente, en una tercera ponencia presentada por Marina Blas bajo el título "Coleópteros cavernícolas del distrito andaluz (Catopidae), se hace referencia a un ejemplar de catópido recolectado también en esta cavidad. Los cavernícolas a los que se hace referencia son los siguientes:

1.- DIPLÓPODOS : Dalichoiulus typhlops, Ceuca, 1971. Según M.C. Vicente se trata de un cavernícola nuevo para la España peninsular pues sólo se conocía en las islas Canarias, encontrándose también en el Mediterráneo Oriental.

2.- COLEÓPTEROS: Familia Staphylinidae (Estafilínidos): Medon dilatum ssp. baeticum Jeannel. Leg. José Enrique Sánchez Pérez (GES de Málaga). Según F. Español y O. Escolá, dentro del género Medon encontramos esta raza descubierta en la Cueva de Ardales.

3.-  COLEÓPTEROS: Familia Catopidae (Catópidos): Speonemadus bolivari (Jeannel) 1922. Leg. José Enrique Sánchez Pérez Su presencia se ha señalado también en otras cavidades de la Serranía de Ronda. El ejemplar de la Cueva de Ardales, estudiado por Marina Blas es descrito como "Cavernícola con una clara adaptación al medio subterráneo, de cuerpo grácil, antenas y patas muy largas y finas, tegumento despigmentado, órganos sensoriales muy desarrollados, ojos aparentes aunque en algunos caso no funcionales por falta de pigmento. Todavía alados, lo que constituye un caso frecuente en los cavernícolas recientes. Troglobio.

Posteriormente en 1977, en el Sexto Simposium de Espeleología celebrado en Tarrasa Marina Blas presenta una ponencia titulada " Contribución al conocimiento de los Anemodinae de la Península Ibérica (Col. Catopidae) en la que hace referencia al ejemplar de Speonemadus bolivari recolectado en la cueva de Doña Trinidad y a otro ejemplar recolectado en la Cueva del Rajete (Serranía de Ronda) por Mateu y A. Cobos.

Durante mi visita a la Cueva de Ardales en el año 1982 pude recolectar dos ejemplares de coleópteros, un catópido y un estafilínido, que resultaron ser de las especies a las que hemos hecho referencia antes; el estafilínido fue capturado en la Sala del Saco, muy próxima a la entrada y situada a un nivel más bajo que esta.

No podría situar en la topografía el lugar de captura del ejemplar de catópido, aunque recuerdo que fue en una sala pequeña a la que se accede a partir de la galería donde se encuentra la subida a la Galería del Arquero; el acceso a esta sala es un corto laminador y el suelo de la misma se encuentra cubierto de arena. En esta sala pude observar un curioso fenómeno: si reducía la iluminación al mínimo o la suprimía totalmente, al poco tiempo surgían de la arena como si brotaran de ella una gran cantidad de estos cavernícolas; al encender la misma o aumentar su intensidad, rápidamente se escondían en la arena. En un momento determinado llegué a contar más de 15 de estos coleópteros.




                                           



                                                  
En las dos fotos de arriba podemos ver: en la primera el Medon dilatum ssp. baeticum. Jeannel.  En la segunda el Speonemadus bolivari, Jeannel.

Para terminar: la Cueva de Ardales o de Doña Trinidad Grund creo firmemente que presenta para el bioespeleólogo un notable interés; no se ha hecho ningún estudio en profundidad de su fauna cavernícola que me parece que es a todas luces muy interesante. Por otro lado, la actuación que se ha hecho en ella, podría alterar el hábitat de esos cavernícolas por lo que sería muy importante llevar a cabo ese estudio.


(*) Arriba de estas líneas, programa de la jornada científica celebrada en el Centro Cultural de Ardales el día 23 de Febrero de este año.

NOTA: Poco después de publicar esta entrada me escribió nuestro compañero Toni Pérez del GEV de Villacarrillo para comentarme la presencia de otro invertebrado cavernícola en esta cavidad. Se trata del Trichoniscus gordoni Vandel, 1955, un isópodo Oniscidea, del que yo no tenía noticia. Por otro lado también me comentó que en relación al estafilínido se ha realizado una revisión a la que yo no he hecho referencia por desconocerla. Con mucho gusto voy a proceder a ello: "  ASSING, v. 2006   A revisión of Western Paleartic Medon: the Species of the Atlantics Islands, the Western Mediterranean and Europe, except for the for the southeast ( Insecta: Coleóptera: Staphylinidae: Paederinae) Bonner Zoologische Beiträge, 54: 25-95".  Según me comenta Toni Pérez, en esta publicación se dice que el estafilínido que se describió por parte de Jeannel y Jarrige en 1949 es una sinonimia menor de Medon dilatus cephalus Koch 1938.


lunes, 18 de noviembre de 2013

La Cueva de Ardales o de Doña Trinidad Grund. Datos para un estudio de su ecosistema ( II )

Después de mi primera visita en Mayo de 1971 no volví a la cueva de Doña Trinidad Grund o de Ardales hasta el mes de Noviembre de 1973; fue precisamente en esta ocasión cuando tomé los datos climáticos que voy a exponer a continuación. Posteriormente volvería en el Otoño de 1982 durante la campaña de limpieza y adecuación  de la cavidad para las visitas, pero en esta ocasión me centré sobre todo en el tema bioespeleológico, tomando algunos datos climáticos que por desgracia se han perdido. Durante el Tercer Encuentro de Espeleólogos Veteranos celebrado a finales de Febrero de 2003 tuve la ocasión de charlar con Pedro Cantalejo Duarte, al que expuse mi deseo de presentar un anteproyecto para el estudio del ecosistema de la cueva; pero esto no fue posible pues según me comentó él, el C.S.I.C (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) ya tenía aprobado el proyecto para monitorizar la cavidad y hacer un seguimiento de los principales parámetros climáticos con vistas a una mejor conservación. Tengo que decir que a día de hoy no he tenido la oportunidad de conocer el resultado de este seguimiento; no sé si se ha publicado algo sobre el particular, pero yo no lo conozco en el caso de que así sea.

De acuerdo con el estudio realizado por Juan José Durán Valsero: "Cueva de Ardales (Málaga). Geocronología evolutiva y cambios climáticos en el Pleistoceno Superior y Holoceno.", la cavidad se desarrolla en materiales triásicos carbonatados, siendo la composición de las rocas mayoritariamente dolomítica o calizo-dolomítica; según este estudio se ha podido comprobar también que en algún punto ha disuelto el paquete carbonático llegando a encontrarse con materiales insolubles. A partir de aquí la evolución ha proseguido por vía mecánica.

Según este estudio, geomofológicamente podemos dividir la cavidad en tres zonas: las Galerías Bajas, las Galerías Altas y las Salas del Colapso, siendo las más antiguas las segundas y las más modernas las últimas. Por otro lado, y también atendiendo a este estudio, aunque la cavidad posee en la actualidad una sola boca, existen dos puntos en la cueva que nos indican la posible presencia de dos antiguas  boca o paleobocas, uno en las Galerías Altas y otro en la Galería del Lago.

En mi segunda visita a la Cueva de Ardales, en esa ocasión, me centré en conocer todas las galerías y salas de la cavidad (en 1971 no lo había hecho) y tomar unos datos climáticos referidos a las temperatura, humedad y presión y que paso a mostrar aquí:

1.- Exterior.-  Temperatura: 11.5º ; Humedad: 90.6% ; Presión: 720 mm
2.- Entrada.-   + 45 metros ; Temperatura: 16.5º ; Humedad: 96.9% ; Presión: 721 mm
3.- P. Topgr. 6.00 ; +65 metros ; Temperatura: 16º ; Humedad: 100% ; Presión: 721 mm
4.- P. Topgr. 4.00 ; +76 metros ; Temperatura: 17º ; Humedad: 96.9% ; Presión:721 mm
5.- P. Topgr. 7.00 ; +119 metros; Temperatura: 17º ; Humedad: 100% ; Presión: 720mm
6.- P. Topgr. 5.00 ; +122 metros; Temperatura: 16.5º ; Humedad: 96,8%; Pres.: 722mm

La temperatura del agua del gour sito a la entrada era de 16º.

Hasta la campaña de los años 80 del siglo pasado no se había realizado una topografía propiamente dicha, pues lo existente hasta esa fecha era más bien un croquis; aquí, a la izquierda, podemos ver la topografía realizada por el G.E.S de Málaga, donde podemos apreciar las salas y galerías de la cavidad, incluida la denominada Galería del Arquero descubierta por estas fechas. La cueva presenta unas salas y galerías que están situadas a, podemos decir, relativamente poca profundidad sobre la superficie del terreno; la roca es un buen aislante de la temperatura pero, no obstante, pensamos que esta poca profundidad debe influir en alguna de las zonas de la cavidad; cuando tomamos estos datos no se había instalado aún la puerta tipo acorazado que existe hoy día, por lo que los mismos se corresponden con esta situación. Al no conocer los datos que se estén midiendo hoy día por el C.S.I.C, no se puede saber en cuanto ha podido afectar al ecosistema esta situación.







Arriba podemos ver las gráficas correspondientes a la temperatura y humedad de la Cueva de Ardales. La temperatura en el exterior en esos momentos (10,30 de la mañana) era de 11,5º y la humedad del 90.6%; a 45 metros de la boca de entrada, en la gran sala situada al principio del recorrido, la temperatura ascendía a 16.5º y la humedad a 96.9%, hecho debido al propio equilibrio termodinámico del sistema. La temperatura más alta ( 17º ) la encontramos en la sala de El Camarín y la humedad más alta (100%) en la sala de El Lago y en la galería de El Calvario. Los datos de la humedad obtenidos en esta fecha son muy positivos, máxime si tenemos en cuenta que el Otoño de 1973 fue más seco de lo normal.

Los datos de temperatura obtenidos son los normales para las cavidades situadas en la provincia de Málaga a una altitud entre los 500 y los 700 metros y vienen a ser similares a los que hemos obtenido en nuestro trabajo de investigación de la Cueva de La Pileta,  y que en estos momentos está a punto de publicarse. Esta cueva es una cavidad situada en el término municipal de Benaoján (Serranía de Ronda-Málaga) y presenta también un yacimiento prehistórico y un conjunto de pinturas rupestres de extraordinaria importancia. De ahí la importancia del estudio y seguimiento de los parámetros que influyen en las condiciones medioambientales de estas cavidades.


( * ) Arriba, al principio, fotografía de la sala situada a la entrada de la Cueva de Ardales. Fotografía del autor del blog. Año 1982.







sábado, 9 de noviembre de 2013

La cueva de Ardales o de Doña Trinidad Grund. Datos para un estudio de su ecosistema ( I )



                           
                La cueva de Ardales (arriba, foto de la entrada habilitada para su acceso), más conocida antiguamente con el nombre de Doña Trinidad Grund, se encuentra situada a dos kilómetros del pueblo de Ardales (provincia de Málaga). Aunque sobre su descubrimiento no hay datos muy fidedignos, parece ser que un fuerte terremoto registrado allá por 1821 produjo el hundimiento del tapón de escombros que sellaba desde fines del Neolítico la entrada a la cueva. En un principio la relación de la cueva fue más estrecha con la villa de Carratraca, pueblo situado a muy pocos kilómetros de Ardales; esto fue así porque el primero tenía un balneario de aguas medicinales al que acudían gente de la sociedad acomodada de la época e incluso famosos. Gran mecenas del pueblo de Carratraca fue Doña Trinidad Grund, propietaria del balneario además del hotel del mismo y que acabaría comprando la cueva para incluirla como visita turística. La misma sería acondicionada con escaleras esculpidas en la roca y palometas para sostener las antorchas que servían para alumbrarla. Durante gran parte del siglo XX la cueva permaneció en el olvido, recibiendo esporádicas visitas y llegando su deterioro a ser muy visible; la vulnerabilidad de la cancela instalada se hizo evidente. Cuando en 1971 el autor de estas líneas la visitó por primera vez todavía existía esta cancela y para entrar en ella hubo que pedir la llave de la misma en el pueblo, realizándose la visita acompañado del policía municipal. No mucho tiempo después la cancela sería forzada permaneciendo abierta de manera permanente. Ya en los años 60 del pasado siglo llegó incluso a desaparecer como referencia bibliográfica.


Y esto sería así hasta los años 80 del siglo pasado, en concreto hasta 1981, cuando un equipo del G.E.S.M (Grupo de Exploraciones Subterráneas de Málaga) de la Sociedad Excursionista de Málaga compuesto por los espeleólogos Federico Ramírez Trillo, Pedro Cantalejo Duarte, José Luis Sanchidrián, Juan Antonio Molina, Antonio Vela y Jesús Corcelles Santiago (arriba en la foto) se involucraron en un proyecto de estudio de la cueva con vistas a su recuperación y posterior protección. A dicho equipo se unirían posteriormente el espeleólogo Manuel Cisneros Macho, el geólogo Juan José Durán Valsero, la arqueóloga María del Mar Espejo y el profesor Ramos, contando con el apoyo del Ayuntamiento de Ardales en las personas de sus sucesivos alcaldes Doña Remedios Palomino y Don Salvador Pendón Muñoz.


SITUACIÓN Y DESARROLLO.-

La cueva de Ardales o de Doña Trinidad Grund se encuentra situada en la Sierra de Alcaparaín, en las estribaciones de la Serrezuela y próxima al pueblo de Ardales del que recibe su nombre actual. Esta sierra forma parte de la cadena montañosa que constituye la Serranía de Ronda, que a su vez se incluye dentro del Sistema Penibético, al sur de España. También se encuentra muy cerca del Paraje Natural del Desfiladero de los Gaitanes, en la zona conocida con el nombre de El Chorro. La cavidad se desarrolla en materiales carbonatados que afloran entre los pueblos de Ardales y Carratraca.

La boca de la Cueva de Ardales se abre a 565 metros de altitud sobre el nivel del mar, en la falda norte del conocido como Cerro de la Calinoria; el desarrollo topográfico conocido en la actualidad suma en total 1.577 metros, siendo su proyección en planta de 1.394 metros. En relación a la boca de entrada, el punto más bajo se encuentra en las Galerías Blancas a -27,63 metros y el más alto en el Camarín, a +6,68 metros. El desnivel máximo es, por tanto, de 34,31 metros.




En los años 70 del siglo pasado, para acceder a la boca, era habitual dejar aparcado el vehículo a la salida de Carratraca en la carretera que comunica con el vecino pueblo de Ardales (en la foto de arriba); desde allí se cogía una trocha que pasando por el cortijo de La Calinoria nos llevaba hasta la cavidad. Hoy día existe una pista forestal o carril que permite el acceso en coche hasta la misma boca de la cueva; las visitas se efectúan en grupo con un guía, previa reserva.

Cuando se llevó a cabo, allá por 1981, la campaña de limpieza y adecuación de la cueva para las visitas se tomó la decisión de proteger la misma mediante su cierre con una puerta lo suficientemente fuerte que no pudiera ser forzada. La solución no era fácil pues es sabido lo vulnerables que son las cancelas en el campo, en este caso en la boca de una cavidad; se optó finalmente por instalar una puerta acorazada que se podría decir es prácticamente invulnerable. A pesar de eso se ha intentado forzar, pero sin éxito.

La cuestión es (desde mi punto de vista) que la instalación de esa puerta acorazada ha tenido que afectar al ecosistema de la cavidad y en mi opinión en su momento no hubo una actuación equilibrada entre protección y conservación. Y esto sin tener en cuenta otras consideraciones como la estética, pues esa especie de pirámide maya no me ha parecido nunca en ese sentido la mejor solución. La puerta cierra totalmente la entrada de la cavidad; sólo se ha dejado un tubo de unos 20 centímetros en la parte alta de la entrada para la "respiración" de la misma.

Es cierto que las puertas en forma de reja pueden ser vulnerables, pero la instalación de puertas blindadas del tipo "cámara acorazada", que impiden totalmente el intercambio gaseoso con el exterior, puede comprometer y de hecho compromete la conservación de esos lugares subterráneos. La boca de una cavidad es como un pulmón de la misma pues gracias a ella todo el sistema subterráneo respira; si bloqueamos esta respiración podemos producir alteraciones a diferentes niveles que serán responsables de reacciones en cadena entre las cuales el clima representa un papel importante. Según la investigadora Claudine Andrieux: " La instalación de una puerta maciza en la boca de una gruta tiene el efecto de anular una convección forzada permitiendo el establecimiento de una convección libre; cuando se modifica el régimen termodinámico de una cueva, es el conjunto del comportamiento de los factores climáticos subterráneos el que se modifica".

Yo por mi parte añadiría que ese impacto puede ser más notable cuando hablamos de una cueva abierta a las visitas turísticas; aunque también es cierto que ese régimen de visitas está muy controlado en el caso de la cueva de Ardales.




Arriba podemos ver una separata de una publicación de 1964 cuyo autor fue D. Simeón Giménez Reyna, arqueólogo y Comisario Provincial de Excavaciones Arqueológicas de la Ciudad de Málaga y titulada "La cueva de Doña Trinidad en Ardales". La edición corrió  a cargo del Instituto de Prehistoria y Arqueología de la Diputación Provincial de Barcelona. De esta separata es el croquis de la cavidad que podemos debajo de estas líneas y la fotografía de la gran cierva cuyo autor fue el, por aquella fecha, fotógrafo de la Delegación provincial de Excavaciones Arqueológicas E. Ortega. En este trabajo colaboraron el Jefe y Subjefe del Grupo Arqueológico de la O.J.E  Juan Manuel Muñoz Gambero y Antonio Gálvez Pacheco.